21 Nov El ácido hialurónico o la toxina botulínica para la zona íntima
Estamos acostumbrados a vincular los principios activos del ácido hialurónico y de la toxina botulínica a determinados tratamientos de Medicina Estética destinados al rejuvenecimiento facial. No obstante, gracias a los últimos avances y a una amplia experiencia en este campo, el uso del ácido hialurónico y del bótox ha llegado también a la ginecología a nivel estético y funcional.
Como sabemos, el ácido hialurónico hidrata, aporta volumen y elasticidad a la piel, haciéndola más joven y favoreciendo la regeneración celular.
Gracias a la enorme capacidad para retener el agua en nuestros tejidos y para favorecer la formación de colágeno, el ácido hialurónico es frecuentemente empleado en el mundo de la belleza para obtener resultados naturales y atractivos. Aunque esta sustancia se encuentra en nuestro organismo de forma natural, el paso del tiempo hace que esta se vaya reabsorbiendo. Es por esto que las micro-inyecciones en la piel o en el tejido subcutáneo nos devuelve la vitalidad perdida.
Por su parte, la toxina botulínica se emplea como tratamiento para relajar la contracción de la musculatura, suavizando las expresiones faciales y los signos del envejecimiento, a la vez que previene la formación de arrugas. Esta sustancia se emplea sobre todo como medida preventiva, ya que actúa para adormecer las señales nerviosas que producen la contracción de los músculos donde se aplica.
Cómo se aplica el ácido hialurónico o la toxina botulínica en la zona íntima
¿Para qué se emplean estos dos componentes en la zona vulvar o vaginal con problemas estéticos o funcionales?
El ácido hialurónico para rejuvenecer la zona íntima
En casos en los que se sufre de sequedad vulvar y vaginal o que, con el paso del tiempo la zona esté menos vascularizada y se haya debilitado el suelo pélvico, la mujer suele sufrir más molestias e incomodidad.
A través de micro-inyecciones de baja densidad el ácido hialurónico se aplica en la zona genital para:
- Rejuvenecer la zona íntima
- Aumentar la sensibilidad y la proyección del punto G
- Incrementar el volumen de los labios mayores
- Recuperar la elasticidad vaginal y mantener en buen funcionamiento sus tejidos.
De este modo, el ácido hialurónico mejora la lubricación natural de la zona íntima, regenera los tejidos en grado leve de atrofia vulvo-vaginal y mejora su aspecto y funcionalidad.
La toxina botulínica para la zona íntima
La infiltración de toxina botulínica en la zona íntima suele emplearse para combatir el vaginismo, relajando los músculos de la pared vaginal e impidiendo la contracción espontánea.
Así, de manera prácticamente inmediata, la paciente puede retomar las relaciones íntimas que anteriormente le provocaban una experiencia dolorosa e insatisfactoria.