11 Feb Diferencia entre liposucción y lipoescultura: ¿por cuál me decanto?
Como especialistas en cirugía plástica corporal queremos explicarte la diferencia entre liposucción y lipoescultura, debido a que es frecuente que ambos términos generen confusión entre nuestros pacientes.
Tanto la liposucción como la lipoescultura son intervenciones de cirugía plástica en las que se extraen células grasas o adipócitos sobrantes para mejorar la figura y la estética corporal.
No hay que confundir la finalidad de estas intervenciones quirúrgicas con el hecho de perder peso. Ambas tratan de eliminar los acúmulos de grasa localizados en determinadas zonas de nuestro cuerpo, cuando no han podido ser eliminados mediante ejercicio físico o siguiendo una dieta bajo el asesoramiento de un profesional. Si este es tu caso, entonces debes conocer lo que diferencia una lipoescultura de una liposucción y viceversa para saber qué es lo que más te conviene.
Diferencia entre liposucción y lipoescultura: Definición y técnicas
La liposucción es la operación de cirugía plástica consistente en eliminar la grasa sobrante y acumulada en determinadas zonas del cuerpo extrayéndola mediante succión. Dicha aspiración se realiza habitualmente a través de una cánula y se tiene en cuenta los puntos elegidos en los que se actúa para minimizar al máximo las cicatrices, que son puntiformes.
Por su parte, la lipoescultura, como nos indica el propio término, más que eliminar la grasa sobrante persigue modelar el cuerpo para mejorar el contorno a gusto del paciente. Esta es la principal diferencia entre la liposucción y la lipoescultura, el uso que se le da a dicha grasa en la intervención.
De modo que, aunque la idea y el objetivo en sí mismo es muy similar, el procedimiento debe ser ligeramente distinto. Esa grasa sobrante, denominada adipocitos, en vez de ser eliminada es reutilizada, inyectándola como un injerto en las zonas del cuerpo que requieren de mayor volumen o una mejor forma, otorgando así una silueta más armónica y atractiva. Este método es muy común para mejorar el contorno de los glúteos, para el aumento de glúteos y también para procedimientos de cirugía reparadora como la reconstrucción mamaria.
Además, para poder obtener un buen resultado en esta cirugía, en la lipescultura es de gran importancia utilizar una técnica de aspiración menos invasiva, ejerciendo la mínima presión y mediante cánulas especiales, para que las células grasas no se deterioren en la extracción y sobreviva el máximo porcentaje del injerto tras su infiltración en las zonas deseadas del organismo. De esta forma, las zonas en las que se quiera mejorar el contorno y brindar un mayor volumen, obtendrán un mejor resultado, que es perdurable en el tiempo (la grasa infiltrada que, tras 7 o 10 días, prende como injerto, ya no se reabsorbe, sino que permanecerá como grasa normal y viva del propio cuerpo, pero en la nueva posición deseada, engordando o adelgazando de manera natural, manteniendo una forma armónica tras la lipoescultura aún con los cambios de peso).
Las zonas del cuerpo donde se suele practicar la lipoescultura o la liposucción son fundamentalmente todas las de la cintura (el abdomen, el pubis, los flancos, la región lumbar y sacra, la espalda), las nalgas y los trocánteres o “pistoleras”, para definir el mejor contorno corporal según las características del paciente. Además, también pueden tratarse la cara interna de los muslos, las rodillas, los tobillos, el cuello o los brazos.
Para saber cuál de las dos es la que más se ajusta a tus necesidades, gustos y objetivos, lo más importante es que el cirujano que te asiste realice previamente una buena planificación de la intervención.
Si sientes verdadero interés en realizarte alguna de estas intervenciones quirúrgicas, o quieres resolver tus dudas, te recomendamos que consultes en doctores Miranda García para que podamos asesorarte personalmente.