17 Jun ¿Se pueden corregir todos los tipos de orejas?
Cuando hablamos de corregir la forma de las orejas normalmente nos referimos a una de las intervenciones de Cirugía Estética más sencillas. La otoplastia tiene la finalidad de corregir las deformidades de los distintos tipos de orejas.
Por ser más comunes, debemos centrarnos en aquellas orejas que presentan unas características anatómicas llamativas del antehélix y la concha. En función del tipo de anomalía que el paciente presente en estas partes realizaremos el plan quirúrgico que nos oriente en la operación.
Cuántos tipos de orejas hay
A pesar de que algunas personas lo encuentren como algo distintivo, la mayoría de personas que tienen algún tipo de deformidad en las orejas desean recuperar la armonía estética del rostro.
Con la otoplastia conseguimos corregir los distintos tipos de orejas antiestéticas con el fin de mejorar la forma, tamaño y posición de las orejas.
Las malformaciones de las orejas pueden ser debidas a una proyección excesiva de la misma hacia el exterior de la cabeza, las conocidas como orejas en soplillo o en asa, causadas por la ausencia del antehélix o hélix o bien un exceso de concha. Sin embargo, también podemos encontrar casos en los que hay una ausencia parcial o total de la oreja, lo cual se conoce como microtia o anotia. Estos últimos casos precisan de una cirugía reconstructiva para reproducir la forma de las orejas, por lo que suelen ser procedimientos quirúrgicos más complejos que pueden requerir más de una cirugía.
Otros tipos de orejas que pueden afectar a la estética facial son las orejas en copa, la criptotia, las orejas de Stahl o las deformidades congénitas del lóbulo.
Cómo corregir los distintos tipos de orejas
Tanto para adultos, como para niños a partir de 7 años o para adolescentes, el tratamiento más efectivo y con resultados satisfactorios permanentes, sea cual sea el tipo de malformación, es la otoplastia.
Como comentábamos en líneas anteriores, la otoplastia es la intervención que repara la separación excesiva de las orejas en relación a la estructura facial del paciente.
Esta intervención es sencilla, rápida y no suele tener complicaciones en el paciente.
En casos muy seleccionados, existen técnicas menos agresivas que pueden realizarse bajo anestesia local y pueden ser también efectivas.