04 Mar Eliminar las patas de gallo es posible gracias a la toxina botulínica
En la clínica de Cirugía Plástica y Medicina Estética de los Dres. Miranda García proponemos un tratamiento muy eficaz para corregir las patas de gallo: la toxina botulínica. Este tratamiento mínimamente invasivo, de aplicación similar al ácido hialurónico, al tener un efecto inmediato y no requerir quirófano, es uno de los preferidos por los pacientes para prevenir y suavizar las arrugas en el rostro.
Conoce en qué consiste este método y por qué es un gran aliado para combatir las denominadas patas de gallo, entre otras aplicaciones.
La toxina botulínica y las patas de gallo
Las arrugas conocidas como patas de gallo son esas líneas de expresión que aparecen en la zona lateral de los ojos conocida como contorno ocular.
A partir de cierta edad es muy común apreciar su presencia, enmarcando la mirada y denotando el paulatino envejecimiento de la piel que, a su vez, es agravado por otros factores, como el estrés, la ansiedad, la exposición solar, etc.
El extremo del contorno de ojos es un área en la que realizamos una de las mayores contracciones para dar lugar a la gesticulación, por lo que existe mayor tensión muscular. Ello explicaría por qué es una de las primeras zonas perjudicadas por el paso del tiempo, la causa que propicia la pérdida de colágeno y elastina.
Para combatir las patas de gallo es cierto que no hay nada como la prevención y cuidar la piel mediante la hidratación, con cremas faciales y de protección solar, y siguiendo hábitos saludables. Pero cuando lo que pretendemos es hacer frente a su aparición el mejor aliado es la toxina botulínica.
El bótox en 2020
La toxina botulínica, también conocida como bótox, es una toxina purificada en el laboratorio cuya acción relaja temporalmente el músculo donde se infiltra. Aplicada mediante micro-inyecciones, el efecto es una atenuación de las arrugas de expresión.
En los últimos años se ha incrementado su demanda no solo para eliminar las patas de gallo, sino también para rejuvenecer el rostro a través de su aplicación en las arrugas de la frente y en el entrecejo.
Cómo eliminar las patas de gallo con la toxina botulínica
La toxina botulínica reduce notablemente las marcas de expresión de las patas de gallo al relajar los impulsos nerviosos que las producen. Esta medida actúa eficazmente sobre la causa del síntoma, evita futuras arrugas y obtiene un efecto lifting inmediato. Además, la aplicación de toxina botulínica logra un resultado natural que se adapta al objetivo de cada paciente y tiene una duración de entre 4 y 6 meses.
En Dres. Miranda García estudiamos previamente el estado de la piel del paciente, analizando sus necesidades y teniendo en cuenta cuáles son sus expectativas. Aunque a veces lo que se desarrolla es un plan personalizado que incluya la aplicación de toxina botulínica en distintas zonas del rostro o su complementación con otra técnica, como la cirugía de blefaroplastia; otras veces asesoramos un tratamiento que actúe en una única zona.